lunes, 29 de julio de 2013

La genética también cuenta...

Cuando practicamos un deporte con bastante frecuencia llegamos a un momento en el que es muy difícil avanzar, practicarlo de forma más rápida o de manera más eficiente. En la alta competición mejorar una décima es un mundo, hará que estés dentro o fuera. 
Entrenamiento, dieta, buen material... son factores importantes para ir mejorando, pero ¿son suficientes?
Analicemos a 2 superhombres que en su disciplina han superado todo tipo de récords.





Seguro que os suenan ¿no?

Michael Phelps, el deportista más condecorado de todos los tiempos con un total de 22 medallas, considerado el mejor nadador de todos los tiempos. El Tiburón de Baltimore tiene un físico ideal para la piscina como podréis en la tabla: un cuerpo descompensado que en otros deportes supondría una traba, además de tener tan solo un 4% de grasa corporal que le permite moverse como pez en el agua.

Usain Bolt recordman de la historia en los 100 y 200 metros lisos, es otro claro de ejemplo de que en su disciplina la genética que el posee hace que marque unos tiempos extratosféricos. Su zancada enorme ( 41 zancadas en los 100 m), lo que indica la fuerza tremenda que tiene en sus piernas, y con todavía margen de mejora puesto que muchos expertos coinciden en que su salida es muy lenta y que ahí puede mejorar, estoy seguro de que nos seguirá sorprendiendo.


Nuestra genética no será la idónea, pero si con un hacer un buen ENTRENAMIENTO, DIETA Y SACRIFICIO, mucho sacrificio, conseguiremos mejorar nuestras marcas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario